Facilitador: Napoleón Peña
La vida de un cuento y yo te cuento el mio.
El cuento del toli toli inspirado del capitulo numero 4 del libro el Ñongo Ñongo
El saber o la conciencia es la madre de la ciencia y por que.?
Esta era una vez Tonton el leyista caminando así el parque el Saba con un gran escozor mental después de leer ese capitulo que el escritor de este articulo cita en un párrafo mas para arriba.
Que por Eventualidad de la vida Y CAUSALMENTE se pecho con la maquina de escribir, esa famosa maquina llamada rémington y tener tanta experiencia en el arte de escribir pudo hacer letra ese libro tan extraordinario. .
Yo sé que tú te sabes de memoria ese libro, pero déjame leerte esta parte de este capitulo que hace un llamado a la reflexión en que vive el ciudadano normal y corriente.
Porque hay muchos tan alertaza .
CAPITULO V
ASPECTO VIVENCIAL DEL ÑONGO-ÑONGO
“EN EL TOLI-TOLI”
El Toli-toli, es la realidad de la vida, es la practicidad de la vida, caben todos los modelos de convivencia humana,
El Ñongo-Ñongo es como una metodología, una frase de convivencia… Y, aplicado al toli-toli, aporta soluciones al que se encuentra con este libre devenir de la vida.
Ahora, libro, todos los tipos de convivencia que se te ocurran tú me los vas a preguntar… Que todo el que lea el libro haya vivido o estén viviendo un tipo de convivencia de las que están ahí.
¿Qué es el toli-toli?
El toli-toli es como se desarrolla la vida práctica en una sociedad hecha por la humanidad. Es el modo de vida. Es como ese modo de vida, y, ese ser, ya lo lleva a la práctica, independientemente de que sea mala o buena.
El toli-toli es cómo el ser humano pone en práctica esos sentimientos, o cómo él cree que debe vivir.
Y, en esa puesta en práctica, él se encuentra con otro ser humano, que acepta esa forma o no la acepta. Ahí esta la belleza o la utilidad que pretende este libro. O el aporte que puede hacer el Ñongo-Ñongo y si ese aporte les ayuda a solucionar, aunque sea una parte de la problemática de la convivencia humana, el autor de esta frase se va a sentir… ¡como una mañana de pascua!
Yo se que tu tiene el caquito como un bin bin, después de leer ese capitulo de ese libro tan extraordinario, pero déjame decirte yo duré un buen tiempo escribiendo o trascribiendo la oraciones de Luis José padilla un gran psiquiatra que tiene como norma que cada seminario que imparte lo primero que hace es hacer una oracion que libera en el camino de lo siempre posible y en una de esas oraciones decía esta frase tan importante para mi que todavía es la hora que a mi no se me ha olvidado y dice asi YA NO SE PUEDE SER EL DE ANTES, y de inmediato agrega en este comienzo del siglo 21 se nos pone de manifiesto que se esta en un momento delicado.
La “ necesidades” se han modificado sin duda no es un panorama uniforme sino disforme y disconforme, pero en cualquiera de los espacios, las necesidades empiezan a ser otras.
Y esa es función expresiva de la oración que se nos advirtiera que estamos empezando a vibrar en otras perspectivas y por tanto, la atención, la alerta, incluso la alarma debe estar presta para encauzar esa nuevas posibilidades, para dar cauce a esas nuevas necesidades, que probablemente deriven de la naturaleza del ser, de su comunión inevitable con el medio que entre que a su vez él lo ha modificado, éste reacciona a esas modificaciones.
Podríamos decir en síntesis la humanidad ¡ya! No puedes ser la misma.
Y no puede ser porque de serlo se arruinaría y su época de ruina aun no es preceptiva, su teórica fecha de caducidad resta mucho de que sea su momento.
Todas las relaciones humanas tienen un propósito, Y, siempre, en esas relaciones, hay más de uno; por eso son relaciones. Siempre, delante de un inconveniente han de recordarse cual es el propósito de esa relación, para si, de una vez, hay que resarcir, aclarar, modificar… estar dispuesto a hacerlo.
No sugerir aquella situación que se da –muy embarazosa para las relaciones-, cuando uno de los miembros de la relación está comportándose mal o comportándose en contra del propósito por el que están reunidos. Entonces se crea un ambiente como de rechazo, de silencio… Pero uno le debe “enrostrar” al otro porqué se está comportando de esa forma. Esa falta de comunicación entre los miembros, va posponiendo y posponiendo… Y ya cuando quiere, uno, llamar la atención, al otro, ya tendría que llamarle la atención tan fuerte, que tendría que caer en una ofensa. Ya no se convierte en una advertencia: “¡Mira, que es para recordarte que nosotros estamos unidos para esto o para aquello…!” Ya no es una llamada de sugerencia. Ya, pasa a ser una llamada de atención… con una carga de finalizar esa relación.
Hay tantas cosas que uno se ha callado en esa relación que, a lo único que llega, es a romperla. Pero lo que no se toma en cuenta –así como cada relación tiene un propósito-, hay que tener en cuenta que ese propósito lleva una carga de sacrificio o de responsabilidad. Cada miembro de una relación tiene una cuota de responsabilidad, por la misma condición por la que se inició esa relación. Cada miembro debe ser responsable de una parte, para que se cumpla el objetivo que tiene esa relación.
Una de las soluciones que puede aportar el Ñongo-Ñongo a esa relación –viéndola desde un punto de vista general- es que lo primero es:
• ¿Por qué tú y yo tenemos que compartir?
• En esta relación, ¿qué meta vamos a seguir?
• Y ¿Qué cuota de sacrificio tendríamos que dar para la consecución de esa meta que tú y yo nos hemos propuesto lograr –o que uno de los dos necesite lograr un determinado objetivo-?
También hay relaciones que son de servicio… Entonces, si es una relación de que uno demanda del otro un servicio, y tú has dicho que yo sé hacer ese servicio. Yo me he comprometido, socialmente, a que yo sé hacer ese servicio. Tú estás consciente de que sabes realizar ese servicio, o sea que te haces responsable. Y tú tienes que cumplir con eso que has dicho que sabes hacer, y no ponerte a decir que vas a hacer eso, y, en la práctica, quedar mal.
Y, dicho sea de paso, eso es un robo, igual que otro cualquiera. Porque si tú te comprometes a hacer un servicio y cobras por ese servicio y lo haces mal, y encima de eso también te enfadas con la persona a la que sirves…
Y ese comportamiento le cabe a todo tipo de relación de servicio. Y vamos a poner un ejemplo que es la del sanador con el paciente. Se debe partir de la teoría de que el sanador está ante un enfermo, donde el criterio personal del sanador debe ser flexible en todos los sentidos. Nunca aplicarle el criterio del sanador al paciente, sino todo lo contrario. Porque, quien le va a contar algo, es el paciente al sanador, no el sanador al paciente.
Y también eso mismo con relación al precio –a la cuota que el sanador le cobra al paciente-, debe ser una cuota mínima. No pretender, el sanador, que se va a hacer rico con el paciente.
Es como hacerte rico con la debilidad del otro o con la enfermedad del otro. Es imposible que tú pretendas hacerte rico con ese tipo de necesidad, porque el individuo que está enfermo es alguien que necesita un tratamiento especial para que pueda salir de ese mal que le aqueja.
Si yo digo, por ejemplo, que el individuo que se dedica a la sanación es un predestinado, no un negociante, ya, eso, lo tiene que llevar a otro tipo de trato con el paciente.
El toli toli el camino de lo siempre posible.
Hasta cada rato venga mi querido lector los libros no muerden.
Nota: El cuidado de la redacción o estilo de este escrito es de la responsabilidad del facilitador no de este blog.
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